miércoles, 6 de marzo de 2019

X Edición Ibaff-5º ROUND


 Dos largometrajes documentales sobre la emigración forzosa y la terrible situación de los refugiados en los campos europeos, el de Calais en el norte de Francia primero, y el del Aeropuerto Tempelhof de Berlín fundado bajo el régimen nazi el segundo, son las responsables de que la 5ª sesión de la sección oficial del Festival de Cine Independiente IBAFF, fuera una sesión seria, deprimente, plúmbea, bastante dolorosa. A mí casi me deja K.O. Obviamente el cine no es solamente espectáculo, estética y cosas divertidas, como bien apuntó el director del Festival en la presentación de “Los burgueses de Calais”. El cine también puede ser un arma arrojadiza y un revulsivo de la conciencia cuando funciona como un espejo de la realidad social, metiendo el dedo en la llaga de situaciones ante las que normalmente preferimos cerrar los ojos; y su capacidad de provocación, así como su poder transformador es en este sentido inigualable ¿quién puede negarlo?, en manos de gente con talento o simplemente con las ideas claras. Pero las buenas intenciones en este medio, desgraciadamente, por sí solas no bastan. Creo que cualquier tema es bueno en el cine si su realizador sabe tratarlo, y es su modo de tratar el tema lo que al final hace que nos interesemos en él y sea capaz o no de activarnos.


 Tal como lo veo yo, es precisamente esa claridad la que falta, empezando por el mismo título, en la primera película: ¿Quiénes son en definitiva esos dichosos “burgueses” del documental sobre Calais a los que nunca se les ve la cara ni se les escucha hablar?; ¿podemos seguir aplicando hoy esa denominación decimonónica de modo abstracto?; ¿se refiere a todo aquel ciudadano activo que paga sus impuestos y vive más a menos decentemente gracias a su trabajo, o sólo a aquel que sospechamos que piensa de modo diferente al nuestro, al margen de que sea ama de casa, pensionista, misionero, frutero, embajador o empresario de éxito?… Que Europa falla en su representación de sí misma como Libertadora y Garante de Derechos ya lo sabíamos, todos los días nos lo recuerdan los informativos; estamos ya insensibilizados, casi totalmente embrutecidos a base de oír que cada vez se levantan más muros y cada vez más altos. Y horroriza en efecto, al que aún no se ha embrutecido del todo, que la conexión mediática del mundo por medio de las nuevas tecnologías de la comunicación, no impulse un espíritu más comunicativo, un nuevo humanismo o un internacionalismo más solidario. Pero ¿de quién es la culpa?... ¿De “los burgueses” o qué?: Considero que una visión dramáticamente maniquea que se evidencia en el uso del  B/N, impide al director de esta película, desde el principio, enfocar el problema en toda su complejidad e iniciar una introspección sin duda necesaria para abrir el debate con rigor hacia perspectivas resolutivas.

 En contraste con este, el segundo documental “Central Airport THF” sí es riguroso, y a este respecto más plausible,  porque no parte de una idea preconcebida ni quiere llegar a una  conclusión determinada, sino que se conforma con observar, durante un período de tiempo concreto, ese espacio al que explícitamente hace referencia el título, siguiendo en su rutina cotidiana a varios individuos que viven provisionalmente en él, casi como zombis en un Limbo burocrático, muy pulcro y bien organizado eso sí, mientras esperan el Día del Juicio Final… Es obvio que una estética divertida no es consecuente con un tema serio como éste. No obstante, valorar una película sólo por el tema que trata, ¿no es como valorar un libro por sus tapas, una danza por el escenario en el que se realiza, o un compromiso humanitario declarado públicamente con la foto de las dos manos que se estrechan bajo una pose de sonrisas a la luz de los focos?...  Al fin y al cabo el IBAFF, aunque solidario y claramente comprometido contra la exclusión social, no es un festival altruista dedicado a las causas humanitarias, sino un Festival de Cine, considero que es importante no olvidarlo, inspirado además en una figura mística con una visión del mundo unitaria que, por si fuera poco, destaca en el mundo islámico por ser favorable a “la imaginación icónica”; y el material que aporta como punto de encuentro ¿no debería valorarse teniendo esto en cuenta?



                 
                                     

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