De arriba a abajo: Lennon, Ringo, McCartney y Harrison; tocando en directo ante miles de seguidores presumiblemente eufóricos, chillones o propensos a quedarse afónicos coreando sus nombres, los títulos y estribillos de sus canciones... La perspectiva cenital de la foto, cuyo autor desconozco, me invita a pensar en la energía desbordante de un cuadro de Pollock a la vez que en el análisis planimétrico de un croquis forense: en las dificultades del cuarteto para hacerse oír ante semejante auditorio con
tan limitados medios de amplificación; una de las razones por las que seguramente se retiraron tan pronto de los escenarios.