lunes, 20 de junio de 2016

¿arte publicitario?¿servilismo consumista?



 Considero que hay dos etapas psicológicas fundamentales en la historia del arte: aquella en la que el arte está al servicio de los intereses de la mera supervivencia o de la clase poderosa, en la que por tanto responde a fines distintos de los propios; y una etapa en la que es libre, en búsqueda sólo de sus propios fines.
Creo que son aspectos de una estructura orgánica más que etapas propiamente dichas en el sentido cronológico = Así se pasa de una función servil a otra emancipadora...Un aspecto a tener en cuenta cuando la Publicidad se disfraza de Arte, o cuando se identifica con el Arte; en este caso la equiparación es meramente formal y claramente sofística: por extraordinaria que sea la forma artística de un producto publicitario, no deja de ser una forma adaptada a un fin claro: incentivar el deseo, la necesidad de ese bien, producto o servicio anunciado, y así promocionar -aumentando o fidelizando clientes, su consumo.
 El fin de la Publicidad no es otro que ese consumismo interesado, del que puede cantar sus excelencias sin importarle para nada la conveniencia social, y menos aún su verdad intrínseca, su correspondencia o falta de ella con la realidad.
 No sé bien en qué consiste el arte pero me inclino a pensar que está más relacionado con la libertad interior y la verdad que con ninguna clase de servilismo o enriquecimiento corporativista. Creo que su ejercicio requiere conciencia,  una capacidad crítica de distanciamiento del entorno y unas condiciones especiales que le permitan resistir, e incluso sortear, sus presiones …
En la medida en que le interesa la verdad, está más cerca de la ciencia que de la publicidad, aunque se trate de una verdad subjetiva y sólo pueda expresarse a través del juego de las mentiras a medias.
 No, el fin del arte no es ayudar a vender  productos o servicios, rellenar vacíos ni decorar patrañas. Puede funcionar de ese modo, sí,  pero no es su fin. Ese es el fin de la Publicidad. El del arte, sea cual sea, no es tan evidente ni tan previsible: es fácil ver sin embargo que, al convertirse en objetos de consumo sometidos a las mismas reglas de mercado que cualquier otro producto... los productos artísticos en general y especialmente los más libres, los más auténticos resultados de la plenitud creativa, suelen tener algo de contradictorio, tal vez hasta incluyen la conciencia de esa contradicción…




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