Como primera
medida y pilar del plan que Obdulio pergeñó estaba el de “evitar todo
desgaste superfluo de energía”, principio consistente en reducir o desviar la actividad
vital hacia sus puntos de máxima intensidad
vital hacia sus puntos de máxima intensidad
posibles. Lo cual
–traducido a la práctica- implicaba, por un lado “negligencia laboral”
e incluso “absentismo”, y por el otro
“abandono de los quehaceres domésticos y
de los compromisos familiares (a-cuidado y educación de los niños; b-relaciones conyugales)”. Y, en general, “un severo voto
de silencio” a fin de sustraerse a toda inútil justificación o interferencia del entorno.
Sobre todo si antes tenía que prevenirse a sí mismo, descansar de sus propias
palabras y pensamientos propios y, a ser posible, también de la inconsciencia de
sus secreciones internas:
e incluso “absentismo”, y por el otro
“abandono de los quehaceres domésticos y
de los compromisos familiares (a-cuidado y educación de los niños; b-relaciones conyugales)”. Y, en general, “un severo voto
de silencio” a fin de sustraerse a toda inútil justificación o interferencia del entorno.
Sobre todo si antes tenía que prevenirse a sí mismo, descansar de sus propias
palabras y pensamientos propios y, a ser posible, también de la inconsciencia de
sus secreciones internas:
“Economía
de gestos, de palabras y de actos, a nivel de supervivencia”, tal se
expresó a sí mismo Obdulio con la satisfacción de definirse en una fórmula.
expresó a sí mismo Obdulio con la satisfacción de definirse en una fórmula.
Para cuando el sueño le tentara con mayor
tenacidad, disponía de la siguiente
técnica (“la técnica del gato”), un tanto precaria pero eficaz, de aprovechar el relax
del sueño sin caer en su engaño o, dicho de otro modo, de dormir sin deslizarse en
la inconsciencia reponiendo fuerzas y engañando en parte las exigencias
del organismo.
(Relato, Cap. 1º, fragmento)
técnica (“la técnica del gato”), un tanto precaria pero eficaz, de aprovechar el relax
del sueño sin caer en su engaño o, dicho de otro modo, de dormir sin deslizarse en
la inconsciencia reponiendo fuerzas y engañando en parte las exigencias
del organismo.
(Relato, Cap. 1º, fragmento)
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